Las Venus en el signo de Géminis hacen a personas inteligentes, rápidas, versátiles, divertidas, audaces, que disfrutan del debate intelectual y del intercambio de ideas. Propio de los gemelos, estas Venus buscan la figura de un hermano con quien jugar (y pelear). Son un poco traviesos, y tienen tanto un ángel auténticamente receptivo del otro, como un diablillo que se tienta de generar discordia.
Venus les concede el deseo de la libertad y de la diversión, haciéndolas personas muy curiosas, lúcidas y afables. En esto pueden a veces ser un poco volátiles y fluctuantes, y por eso pueden malinterpretarlos como “contradictorios”. En realidad ellos son grandes compañeros, siempre listos para una diversión, y por eso se abren de forma curiosa a todas las posibilidades que se le presentan.
Las Venus en Géminis son mariposas sociales, y fácilmente hacen nuevos amigos a donde vayan, por lo que nunca estarán descolocados a donde quiera que vayan. Tienen fama de ser “infieles”, y es que Géminis no entiende de apegos. Él se mece ligeramente entre las opciones que se encuentra en el camino. Lo que no significa que no puedan establecerse en una relación, pero en ésta deberá encontrar un amigo con quien siempre mantenerse entretenido Si no se encuentra esa libertad y espontaneidad, su deseo se apaga, y eventualmente irá en busca de otro divertimento.
Por su habilidad para manejar el lenguaje y poder entrar en entendimiento con el otro, son rápidos para responder, y de una inteligencia sagaz. Saben hacer reir a la gente, porque comprenden el humor de una manera muy natural. Esta Venus es muy despierta, y sabe no juzgar de antemano, porque puede ver la otra cara de la moneda. Todo tiene múltiples versiones, dependiendo desde dónde se lo vea. Esto los hace excelentes abogados del Diablo.
Su don es la curiosidad, la comunicación y la inteligencia. Buscan siempre saberlo todo y no pueden quedarse con la duda. Si no saben algo, rápidamente lo buscan en internet, o preguntarán. Son de usar palabras que engloban conceptos, por lo que marcan el ritmo en las conversaciones. También son de inventar términos, e instalarlos como tendencias en el lenguaje.
Les atraen las personas despiertas, lúcidas, argumentativas, versátiles, innovadoras, divertidas y carismáticas. Gozan de una buena lucha intelectual, antes que una paz monótona. Si no hablan profusamente con sus parejas, es de preocuparse, ya que su manera de demostrar cariño es a través de la comunicación.
Les gusta la intelectualidad y necesitan estimulación mental constante, o corren el peligro de aburrirse. Seducen hablando, contando chistes o haciendo muecas que acompañan su repertorio expresivo. Son carismáticos, coquetos y extrovertidos. Es común que hagan personajes, creen alias o finjan voces, interpretan personajes de sí mismos; son realmente creativos y versátiles en sus caracterizaciones.