PiscisPostPiscis, volviendo al Origen

marzo 13, 2022by Daddy Astral9
Piscis es el último signo del Zodíaco, donde la rueda finaliza, se reabsorbe a sí misma, y se prepara para el próximo ciclo vital encabezado por Aries. Piscis es la muerte final, la redención, la purificación del Alma y la elevación al estado espiritual.
Regido por Neptuno, planeta de los sueños, la fantasía, la entrega totalitaria, la divina inspiración, y el arte como manifestación de lo sublime, la energía de Piscis evoca a su idealismo, su sentimiento de amor inconmensurable, que nos arropa bajo el gran abrazo cósmico. Piscis es soñador, y aspira a tocar el cielo con las manos.
Pero Neptuno, o Piscis, también tiene una connotación negativa, que tiene que ver con los engaños, las falsas ilusiones, el abandono, el vacío existencial, la falta de sentido, la nebulosidad aplastante, la falta de vitalidad, las enfermedades y las aflicciones espirituales.
Esta es la dualidad del signo, y como todo signo mutable, refiere a un aprendizaje que debemos de hacer frente a la vida, y que viene desde lo más profundo de nuestro Ser. Es el Alma, pujando por manifestarse a través del cuerpo, que nos recuerda de donde venimos y que no hemos de olvidarnos la misión que vinimos a cumplir en esta tierra. Porque cuando nosotros “decidimos” encarnar ya sabemos todos los desafíos que viviremos en este recorrido, ya que en el estado del Akasha, somos omniscientes.
Piscis está representado por dos peces, que corren en sentidos opuestos, pero destinados a encontrarse, unidos por un cordón que no deja que se separen. Esta es una referencia ante la dualidad engañosa de esta vida, donde todo aparenta separado, cuando realmente está en íntima comunión.
Es la misma contradicción de que, para habitar este plano, hemos de separarnos de la fuente que nos crea. Nuestra madre nos da la vida, pero en el acto de nacer tenemos que separarnos del útero donde gozamos de toda la comodidad. Lo mismo sucede a un nivel metafísico,  cuando encarnamos y nos separamos de la divinidad —el útero cósmico— donde eramos plenos y absolutos. Y luego Dios no se ve, ni se oye, y podríamos jurar que no existe, mas es innegable que hace presencia a través de su obra.
Aquí nacemos en una tierra muchas veces desprovista, donde sufrimos del hambre, la sed, la temperatura, etc. Si bien la vida es un regalo, implica la responsabilidad vital de honrarla. Y en esta materialidad, a veces sentimos la falta. La falta es lo que le duele a Piscis que los hace habitar esos estados de melancolía. Es el anhelo de regresar al verdadero origen, y que los inspira para escribirle poemas y dedicarle canciones.
Parece que todo lo relacionado a Piscis goza de esta cualidad contradictoria, como un oxímoron: dos conceptos contrapuestos que se excluyen mutuamente, pero que forman un complejo.
También este movimiento dual de los peces nos habla del principio de acción y reacción. Todo impulso (Aries) implica una reacción necesaria del lado opuesto, un complemento (Libra), formando una dualidad. Son nuestras acciones las que también enhebran nuestro destino, y conocer esto, se convierte en nuestra prerrogativa. Pues es este el Karma.
Comprender este movimiento de la vida es lo que nos puede permitir fluir mejor ante las adversidades, y comprender que todo lo que nos sucede, es también parte de nuestro propio accionar.
Es esta la Rueda de la Fortuna, figura que aparece muchas veces en diferentes versiones del tarot y en otras imágenes a lo largo de la humanidad. Es una representación del tiempo y el ritmo de cambio, que es circular y es infinito. Es este destino que no podemos controlar, pero hemos de accionar para llevar a su descenlace.
Sólo nosotros en nuestra percepción egoica y subjetiva, entendemos al tiempo de manera lineal; mas el pasado, presente y futuro no son más que distintos puntos de un circulo que que cierra por todos lados. Todo lo que fue, es y será al mismo tiempo, y esto es lo que nos permite conectarnos con nuestro Yo Superior, esa intuición que nos habla y nos tira las respuestas.
Una imagen muy jupiteriana, propio de la doble regencia de Piscis. Es Júpiter quien nos enseña que incluso las crisis de la vida, también están programadas bajo un plan divino. Depende sólo de nosotros interpretarlas como tal, o sacar el aprendizaje filosofal de esas situaciones y crecer de ellas.
Así es con Piscis, y si tienes a un Piscis cerca en tu vida, o si vos tenés de esta energía, vas a convivir con este ritmo oscilatorio de vida, donde al principio es una cosa, y luego es otra. Como los cardúmenes de peces, que van todos juntos en una sola dirección, pero que ante la mínima perturbación del medio vibratorio, cambian súbitamente de dirección.
Quienes encarnan esta energía, los piscianos, son personas que primero dicen que sí, pero luego se arrepienten y cambian de parecer. No me preguntes por qué, pues ni ellos deben de saber. Simplemente es como que captan algo en el ambiente vibratorio, como los peces; generalmente es un sentimiento premonitorio de que algo malo va a suceder, entran en pánico y se escapan.
Se esfuman y dejan un aire de dudas e incertidumbres de por qué tal comportamiento. Pero esto tiene una explicación lógica, y es porque ni siquiera se permiten el disenso. Piscis no sabe decir “No”, porque eso implicaría una separación, y Piscis busca la reunión de todas las cosas.
Esto les provoca terminar en situaciones desventajosas, porque quedan atrapados del deseo del otro y sufren por su pobre capacidad de juicio o su ausencia de comunicación.
En la carta El Colgado en el Tarot de R. Waite, también vemos situaciones piscianas representadas. La carta alude a “estar colgado” (en una nube de fantasías) y percibiendo el mundo dado vuelta. Los Piscis vivencian el mundo de una manera diferente, psicodélica, salida de contexto. También la carta alude a estas situaciones donde terminaron “dados vuelta” por culpa del resto, pudiendo decantar en sentimientos victimistas.
Piscis ha de entender que la posición del cordero de sacrificio, ha de ser asumida, o será algo que les vendrá “por destino”. Que ellos no son víctimas, o que si fueron víctimas, también fueron victimarios, por esta misma dualidad que existe en el universo, donde todo termina enlazado.
Piscis ha de sacrificarse por el resto, porque es su misión; pero tiene que para ello, iluminarse. Y aquí es donde vemos al Piscis elevado, que sucede si revertimos la carta del Colgado y veremos al hombre flotando, con el halo divino alrededor de su cabeza.
Piscis es también una energía que se vive en la no-presencia, ya que su movimiento es para atrás y no para adelante. Esta energía conlleva una carga psíquica que muchas veces es difícil de dilucidar, pero que nos hace sentir cansados o deprimidos, y que necesitamos retirarnos de la escena de la vida, para poder procesarla.
Por eso la Casa 12 (análoga a este signo) tiene que ver con los espacios de retiro: geriátricos, manicomnios, hospitales, claustros, cárceles, monasterios. Son los espacios donde nos resguardamos y nos dedicamos a comprender la naturaleza de nuestra existencia.
Los piscianos son criaturas mágicas, a menudo incomprendidas, que vagan como fantasmas observando todo en tercera persona. No es una posición cómoda para el ego, ya que está perpetuamente saliéndose de sí mismo, y sólo se pueden dedicar a fluir, y contar los días para que volvamos al reencuentro con lo divino.
En este camino, van captando múltiples señales, sean conscientes de ellas o no, ya que Piscis manifiesta experiencias superlativas donde todo aparenta estar unido de un modo mágico y misterioso.
En esta mancomunión con toda forma de vida, Piscis se vuelve un canal, que mueve las emociones más profundas del colectivo, las del inconsciente. Y en esto, es un maestro, ya que no solamente tienen capacidades parapsicológicas que los hacen seres especiales, como la clarividencia, la premonición, la telepatía, los presentimientos, etc, sino que también pueden hacer uso de estas habilidades para ponerlas al servicio del resto.
Aquí yace el sentido último de Piscis, que coteja su evolución con su signo opuesto, Virgo, que lo llama a desarrollar el oficio y entregarse en servicio. Piscis puede realmente dar una ayuda caritativa muy grande a la humanidad, y ésta será su salvación.
Piscis ha de entregarse en devoción a su propio Dios, manifestado en la curiosa conexión de todas las cosas, y realizar la tarea de la purificación del alma; esto es, pedir perdón y absolvernos nuestros pecados. Ha de hacernos recordar nuestro origen, y tocar nuestros corazones, conmoviéndonos a todos y guiándonos en el sendero hacia el regazo del Creador.

 

9 comments

  • lamonapiscisetc

    marzo 15, 2022 at 6:54 am

    Estuve un rato largo escribiendo un testamento desde lo profundo de mi luna en piscis sobre como entendí este post pero fue tan falopa que parecía un texto bíblico. Digamos que lo viví muy piscianamente(? Igual lo borré sin querer. Que raro un piscis torpe. Como sea me gustó mucho y AL FIN un buen post poniendo en palabras lo que es piscis. O al menos, la parte de la totalidad que podemos (o creemos) poner en palabras. En definitiva, piscis es eso, el sentir lo que no se razona, la luz que viene directo desde afuera (adentro) y entender la comunicación divina del silencio y lo sabio que es. Es como estar en silencio un rato y entender cosas que no se enseñan, ni se escuchan, pero se sienten. Esa comunicación es lo que le da sentido a mi vida. La comunicación con el mundo, la vida, vos, yo, lo que solía ser y lo que podemos en mil formas. Con un porro arriba esto tiene más sentido. Y otra vez el texto bíblico. Quizá en otra vida fui apostol. Agradezco el día en que tuviste ese despertar espiritual y le abriste la puerta a tu brillo neptunouraniano que siempre llena de luz de alma y conexión. Y creo que vivir se trata de eso, de gente como vos, para que la gente como uno, sea más parte del todo. Que tengas una linda semana daddy 🙂

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    • Daddy Astral

      marzo 15, 2022 at 11:04 pm

      No me busquen, he muerto de amor.

      Gracias Lamona mamona, te amo.

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    • Roxi

      marzo 16, 2022 at 1:30 am

      Sos increíble! Un deleite tus palabras , tu artículo, tu saber
      Roxi

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  • Andrea

    marzo 16, 2022 at 12:41 am

    Sentí que soy jesus basta jakajaa
    Me encantó

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    • Daddy Astral

      marzo 16, 2022 at 12:43 am

      Jesús era de Piscis, conjunto a Júpiter, Mercurio, Venus y Urano; con Asc. Capricornio.

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  • Leandro Matías

    marzo 16, 2022 at 12:58 am

    Que conectado q estás Daddy!!! Increíble como describis las energías, en este caso pisciana. Para mí, no es común tu conexión, siento q hablás desde el sentir, q fue una canalización directa del Dios Piscis si lo hubiera! Sos un fenómeno hermoso q me encanta conocer y me da fe, xq de palabras están llenas las redes, pero de éste nivel tan espiritual desde ya q no. Gracias y te felicito, con humildad! desde ya q no soy nadie, para hacerlo pero no me sale expresar de otra manera esta especie de orgullo q me dejaste dentro, respecto a tu forma y contenido, para mí lleno de amor. Éso es, vos escribís desde el amor x eso sos tan real.

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  • Roxi

    marzo 16, 2022 at 1:32 am

    De hecho, hay manuscritos donde dicen que Jesús nació en marzo pero por un tema cultural social se escogió conmemorar su nacimiento en diciembre, ..

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  • Fer

    marzo 16, 2022 at 3:23 am

    Así mismo, tan piscis que duele.
    Amo ser piscis, siempre vista como la rara de la familia… Con esa dualidad que manejamos que no sabemos porque, pero sabemos que así debe ser, porque así es, porque hay algo superior que lo indica pero no podemos explicarlo como.
    Gracias Daddy Rey
    ♡♡♡

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